La resaca de Vieja Escuela Con

Tras el domingo de resaca rolera, toca hacer recapitulación de nuestras primeras jornadas (bueno, jornada, en singular). Lo mejor será que empecemos por el principio, ¿por qué nos metimos en este berenjenal?… dejadme que os lo escenifique:

Eneko 1: Es una faena que la mayoría de las jornadas sean lejos de Bilbao y no podamos acercarnos…

Eneko 2: La verdad es que sí. Me da que como no montemos unas nosotros, nos vamos quedar con las ganas.

Eneko 1: No hay güebos…!

Y claro, si le dices «no hay güebos» a uno de Bilbao, pasa lo que pasa (Guggenheim, tranvía, …). Vamos, que cuando nos quisimos dar cuenta teníamos fecha, local y masters.

Si tenemos que ser sinceros, organizarlo nos costó menos de lo que nos imaginamos. Mucha gente se ofreció a echarnos una mano y el decidirnos a hacer algo pequeño (no más de 50 participantes) ayudó mucho a mantener el riesgo controlado.

Bueno, al lío. Vieja escuela Con se celebró el sábado en el restaurante UDON Bilbao, así que allí nos presentamos media hora antes de empezar, cargados con unas cuantas sillas extra (y menos mal, porque hicimos pleno). Para nuestra sorpresa ya había gente esperando a la puerta, así que les mandamos a tomar algo mientras esperábamos a que se fueran los clientes que quedaban en el local y preparábamos todo (repartir mesas, montar acreditaciones, echar a la gente que llegaba antes de tiempo, etc.). Una vez listo todo, con los masters ya en sus mesas y casi sin retraso abrimos puertas y nos lanzamos a la piscina rezando para que tuviera agua.

 

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Turno de tarde

A las 5 de la tarde arrancamos con las partidas de Eirendor , Mazes & Minotaurs, Hero Kids, Warhammer Fantasía JdR (1ª edición), Fuerza Delta, La Marca del Este y Hombre Lobo: Apocalipsis. Todas empezaron casi a la hora y sin contratiempos, excepto la de Hero Kids. Pero lo podemos tomar como algo positivo, ya que el incidente fue que se presentaron más niños de los previstos y tuvimos que asignarle una mesa más grande. Algo que debería alegrarnos enormemente, hay que crear cantera para asegurar el relevo generacional en nuestro hobby.

Cena

Una de las particularidades de esta jornada era que tras la primera ronda de partidas se podía comer en el mismo local (a precio de menú del día además). Ver un restaurante con más de la mitad de las mesas ocupadas por roleros hablando de sus frikadas no tiene precio.

Al ser un local, de comida oriental especializado en noodles nos encontramos todos frente de esos exóticos instrumentos a los que algunos llaman palillos y otros simplemente “¿cómo se come con esto?”. Pero todos (o casi) le echamos valor y comimos con ellos. Creo que nadie quería ser el primero en rendirse y pedir un tenedor, lo cual sería causa de mofa por parte del resto. He de decir que la comida estaba muy buena y las cantidades eran generosas, un diez para el restaurante.

Fiesta

Al terminar de cenar nos trasladamos al Residence, un local cercano en el que íbamos a celebrar un pequeña fiesta amenizada por la música friki-punk-folk de El Señor Verde, todo un showman que nos arrancó más de una carcajada. Tras el concierto, el mismo Señor Verde hizo de maestro de ceremonias en el sorteo de material rolero. Sorteo en el que los premios se multiplicaron al aportar alguno de los creadores presentes obras de cosecha propia (muchas gracias!). Tras unas copas y una buena oportunidad para estrechar lazos entre la comunidad rolera, volvimos de nuevo a UDON Bilbao para encarar las partidas de la noche.

Turno de noche

A las 12 de la noche entramos en la recta final de la jornada. Partidas de  Stormbringer, Labyrinth Lord, Vieja Escuela Pulp!, Aquelarre, El Señor de los Anillos, Marte Satánico y Bakumatsu Yôkai Sensô. Teníamos miedo de que la gente estuviera cansada a esas horas de la noche y las partidas se resintieran, pero, a tenor de los gritos que se oyeron en alguna de ellas, no fue el caso. Hubo incluso gente que solo se había apuntado al turno de tarde y decidió quedarse también al de noche, así que no se lo debieron de pasar mal.

A la hora del cierre no fuimos tan estrictos como el el turno de tarde, así que hubo un par de partidas que se alargaron un poco más, tampoco mucho, que estábamos reventados todos.

Estamos muy satisfechos con el resultado, conseguimos juntar a más de medio centenar de roleros, divertirlos y darles de comer sin que hubiera bajas (por lo menos reales, lo que le pasara a sus personajes es un tema aparte). Por los comentarios que nos han ido haciendo parece que los asistentes también quedaron contentos y con ganas de repetir. Así que igual hay que ir pensando en la edición del año que viene…

No queremos despedirnos sin mandar un agradecimiento a todos los que nos han ayudado a hacer esto posible:

  • a UDON Bilbao y a todo su equipo por permitirnos usar su local y no chillarnos mientras les tomabamos al asalto.
  • a Manu por no cerrarnos la persiana al ver como nos acercabamos al Residence.
  • al Señor Verde por amenizar nuestra fiesta rolera y crear nuestro nuevo himno: “Un dado de veinte; sí, un dado de veeeinteee…” (nueva versión de “We’re not gonna take it” de los Twisted Sister).
  • a Abaco Bilbao y a Estudio D6 por la publicidad y por acercarse a dirigir.
  • a todos los masters que nos llevaron a otros mundos (a costa de algunas bajas por el camino).
  • y, por supuesto, a todos los que os acercasteis para echar una partidas con nosotros.

¡¡Muchas gracias!!

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